Los derrames oculares son una condición común que puede preocupar a quienes los experimentan, pero en la mayoría de los casos, son benignos y se resuelven por sí solos. Sin embargo, es crucial conocer las medidas adecuadas para gestionarlos, así que ahora nos preguntamos, ¿qué hacer si tengo un derrame en el ojo?
Un derrame ocular, también conocido como hemorragia subconjuntival, ocurre cuando un pequeño vaso sanguíneo en la superficie del ojo se rompe y libera sangre en el espacio entre la conjuntiva y la esclerótica, la capa blanca del ojo. Esto resulta en un enrojecimiento notorio, a menudo comparado con una mancha de sangre en el ojo.
Pasos a seguir si tengo un derrame en el ojo
- Mantén la calma y no frotes el ojo: Es natural sentir preocupación al notar este enrojecimiento, pero evitar frotar el ojo es crucial. Frotarlo podría aumentar la hemorragia y prolongar la recuperación.
- Aplica compresas frías: Las compresas frías son útiles para reducir la hinchazón y la irritación. Coloca una compresa fría sobre el ojo afectado durante 10-15 minutos varias veces al día.
- Evita el uso de lentes de contacto: Si normalmente usas lentes de contacto, es recomendable abstenerse de usarlos hasta que el derrame haya desaparecido por completo. Esto permite que el ojo afectado se recupere sin interferencias.
- Usa lágrimas artificiales: Si sientes sequedad o irritación en el ojo, las lágrimas artificiales pueden proporcionar alivio y ayudar a mantener el ojo hidratado.
- Consulta a un profesional si persiste o empeora: Si bien los derrames oculares tienden a desaparecer en unos pocos días o semanas, es importante buscar atención médica si el enrojecimiento persiste por más de una semana, empeora, causa dolor intenso o afecta la visión.
Los derrames oculares suelen ser inofensivos y se resuelven por sí solos. Sin embargo, si tienes preocupaciones o el enrojecimiento persiste o empeora, buscar orientación médica es fundamental para descartar cualquier problema más serio y recibir el tratamiento adecuado.